La presión social y los traumas de infancia son las dos principales causas que nos sacan de nuestra verdadera naturaleza. Para poder regresar a nuestro centro es importante conectar con aquella parte de nuestro ser que no cambia, que siempre esta allí y que nos permite sentir que el mundo es un lugar seguro; nos permite sentirnos en casa. Hoy te comparto un ejercicio práctico que te permitirá conectar con ese centro, con tu corazón espiritual, para que siempre que sientas que te sales de tu centro, puedas volver a él. ¡Espero te inspire!
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